2.4.19

RESEÑA: Amor de monstruo de Katherine Dunn

Título: Amor de Monstruo | Autora: Katherine Dunn | Editorial: Blackie Books | Traducción: Jordi Mustieles | Precio: 23'90€

Amor de Monstruo es un libro muy crudo y retorcido, y al mismo tiempo, extrañamente hermoso. Olympia Binewski es la narradora de esta historia, una mujer de 38 años enana jorobada y albina, que esconde multitud de secretos, entre otros: que es la madre de Miranda y la hija de Crystal Lil, ambas vecinas del edificio en el que vive. Las páginas de la novela, que es una carta de confesión a su hija para que conozca de donde proviene, son la narración de la familia Binewski y su espectáculo de monstruos de feria llamado Fabulonia.

Olympia y sus hermanos son los hijos de Crystal Lil y Al Binewski, procedentes del mundo cirquense, cuando se enamoraron, se casaron y decidieron tener hijos quisieron continuar con el negocio familiar que les había unido. Así, cuando Crystal Lil queda embarazada, Al le administra todo tipo de drogas, químicos y sustancias que alteran su embarazo para provocar malformaciones en el feto. Muchos no llegan a nacer, pero los que nacen son auténticos milagros de la naturaleza. Olympia no tiene mucho de especial: frente a sus hermanas Elly e Iphy, siamesas ambas, o Arty, un chico anfibio narcisista y algo sociópata, ella no destaca especialmente con su joroba y sus ojos rosas. Tiene una voz preciosa para anunciar los espectáculos, eso sí, y además, se convierte en la sombra de Arty, su querido Arty. Luego está Chick, apodo de Fortunato, el cual al nacer parecía totalmente normal, hasta que se descubrió que no y se libró de ser abandonado a su suerte. Quién sabe, quizás si eso hubiera ocurrido, las cosas le habrían ido mejor...

Os voy a confesar que la cubierta de este libro fue lo que primero me dio al ojo al instante. Pero eso en los tiempos que corren es normal. Se aprecia tanto una buena edición en un mundo editorial plagado de cosas mediocres... y me costó arrancar. Los primeros capítulos están situados en el presente, un presente en el que Oly no es Olympia Binewski si no Olympia McGurk, locutora de radio con una vida sencilla que sólo quiere estar cerca de la familia que no sabe que existe. Vemos como sigue a Miranda, como cuida a su manera de Crystal Lil, que en plena demencia senil, no recuerda quién es. Y más adelante empezará a contarnos la historia de la familia, al principio peculiar y un poco desagradable pero, según avanza, los niveles de repulsión van creciendo. Al final, esto va sobre una familia de monstruos, de personas inadaptadas, una familia extraña que se quiere mucho a su manera, con un pequeño tirano que se acaba haciendo con el negocio familiar y por el cual todo el imperio empieza a tambalearse. No deja de llamar la atención como Oly habla de Arty a lo largo de su relato, cómo sigue queriéndole y cómo le quiso durante todos esos años. El personaje de Olympia provoca ternura al leerla, todo el amor que lleva dentro hacia su extraña familia. Su lealtad no conoce límites y podría asegurar que su corazón es más grande que toda ella.

La atmósfera, los lugares por los que transcurre la novela, el camión en el que la familia vive, las carpas, el acuario de Arty... todo ello resulta evocador y podemos ver perfectamente en nuestra mente como vive la familia su día a día y como poco a poco todo va cambiando para dejar de ser esa idea idealizada de Al para convertirse en el retorcido reino de Arty. La atmósfera está muy lograda y la respiración se entrecorta según pasas las páginas y ves las descripciones de los lugares: el armario en el que duerme Oly (por elección propia), el quirófano móvil de la doctora P., el acuario de Arty, la urna de las cenizas del abuelo... todo está logradísimo, y cierras los ojos y por un momento puedes escuchar los ruidos de la feria, el olor a palomitas... una traslación al universo que ha creado Katherine Dunn magnífica.

Según los hijos Binewski van creciendo y llegando a la adolescencia, la sexualidad se introduce en su vida. Pero por supuesto no podría ser de una manera normal. Me ha resultado fascinante cómo lo encaran las gemelas, o cómo Oly decide concebir a Miranda. Es todo muy grotesco pero no puedes dejar de ver algo bello en ello, y supongo que eso es lo que lo hace especial. Pasan cosas muy duras a lo largo de la historia, contadas de manera cruda y sin miramientos, pero no importa porque siempre va a relucir una parte hermosa en todo ello. Es difícil de explicar si no se ha leído. Y joder, deberíais leerlo.

Amor de Monstruo es una de esas novelas que, no se sabe muy bien por qué, ha tardado más de treinta años en llegar a España, a pesar de ser considerada una novela de culto y encontrarse entre las lecturas favoritas de gente como Kurt Cobain, Courtney Love, Chuck Palahniuk o Douglas Coupland. Incluso de Tim Burton, el cual llegó a comprar los derechos para una versión cinematográfica.

También se ha convertido en una de mis historias favoritas, aunque yo no sea tan importante como los nombres de ahí arriba. Pero si os fiáis de mi criterio, id a vuestra librería de confianza y compradlo. Y no lo dejéis olvidado en un estante. La historia de la familia Binewski merece ser conocida.


2 Comments:

  1. Hola.
    No lo conocía pero me ha picado el interes, aunque por lo que cuentas hay cosas bastante... duras. Aun así tal vez le de una oportunidad más adelante.
    Nos leemos.

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    1. Es duro y raro, pero maravilloso a la vez. Te animo a que le des una oportunidad si te llama la atencion. Nos leemos <3

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